dilluns, 1 de novembre del 2010

Asomándose a la ventana

Abrió la ventana y se asomó a ella para gritar. Gritarle al mundo y muy alto para que se la oyera desde lo más elevado de las montañas. Gritarle lo que quiere y porque lo quiere.
El viento revolvía sus cabellos tejiendo bonitos paños para quitar el polvo. Sus mejillas en flor llamaban a las mariposas a posar en ellas. Su grito entrecortado se mezclaba con las nubes que lo llevaban lejos hasta donde ella jamás imaginó que podía llegar.